¿Que quieres hacer una auditoría SEO, pero no sabes por dónde empezar? Pasa y mucho, porque no son precisamente sencillas.
Pero descuida, en este post te explicaré cómo hacer tu propia auditoría SEO paso a paso, te mostraré qué revisar (y por qué) y con qué herramientas puedes hacerlo para que empieces a trabajar en tu sitio web y puedas conseguir resultados.
Si apenas empiezas con el SEO, te recomiendo que primero le eches una mirada a mi guía SEO para principiantes.
¿Qué es una auditoría SEO?
Una auditoría SEO es una evaluación completa de la situación de una web en lo que se refiere a su posicionamiento orgánico en buscadores. El objetivo de una auditoría SEO (o auditoría web) es permitirte entender cuán optimizado está en un proyecto, para garantizar que rinda al máximo.
En una auditoría SEO se analizan elementos como:
- Optimización de los contenidos
- Enlazado interno y arquitectura web
- Autoridad, backlinks y perfil de enlaces
- Rastreo e indexación del proyecto
- Experiencia de usuario
- Etiquetado SEO
Si bien no todas las auditorías serán igual de exhaustivas, una buena auditoría SEO debería (por lo menos) evaluar las tres grandes facetas del SEO de un sitio: SEO off Page, SEO on Page y SEO técnico.
Ojo, no vayas a confundir una auditoría SEO con las revisiones que te hacen algunas herramientas SEO.
Las evaluaciones automatizadas de herramientas SEO te dan datos sobre tu web. Pero una auditoría SEO de verdad va más allá, interpreta los datos, ubica problemas, y plantea mejoras y estrategias adaptadas específicamente al proyecto.
Míralo así:
Las evaluaciones de las herramientas SEO son como los exámenes que te solicita tu médico, ofrecen datos sobre el estado de ciertos elementos de una web.
La auditoría SEO vendría a ser el análisis y la propuesta de soluciones que hace el médico con los datos que consigue de los exámenes.
Ojo, si esto de revisar tu propia web (o la de algún cliente) se te complica. Puedes dejar que yo me encargue de ella con mi servicio de auditoría web para negocios online.
Herramientas para hacer una auditoría SEO de tu sitio
Necesitas herramientas para hacer una auditoría SEO, aquí no hay punto a negociar porque muchos detalles de una web no los puedes revisar de forma manual (o de manera efectiva). Para hacer una auditoría SEO, algunas de las herramientas que te recomiendo son:
- Screaming Frog (la más completa, pero más complicada de usar si eres principiante, tiene versión gratuita).
- SE Ranking (sus revisiones son fáciles de entender y bastante amplias).
- Semrush (opción superpoderosa y amigable, pero costosa).
- Ahrefs (al igual que Semrush, es una herramienta poderosa para revisar tu web pero es costosa).
Con cualquiera de las herramientas de esta lista tendrás más que suficiente para ponerte manos a la obra y realizar una auditoría SEO.
¿Cuál es el momento ideal para hacer una auditoría SEO de tu sitio?
Una auditoría SEO es un proceso puntual y hay momentos concretos en los que te conviene realizarla:
- En una web recién creada: es buena idea revisar qué tan bien trabajado está una web recién creada para garantizar que aprovecha las oportunidades que tiene para posicionar.
- Antes y después de una migración web: una migración es un proceso complicado, la auditoría es esencial para que el sitio a migrar no pierda posiciones y para aprovechar a corregir elementos antes y después de la migración.
- Si el sitio web está estancado en Google: si tienes un sitio web y no levanta cabeza, lo más conveniente es realizar una auditoría que ubique los problemas que lo detienen e identificar las soluciones más convenientes.
- Cuando el proyecto cambia de especialistas SEO: si la gestión de la estrategia SEO de un sitio cambia de especialistas, el nuevo especialista debería comenzar por auditar el proyecto para entender en qué situación se encuentra y poder plantear acciones más precisas.
- Cada 6 o 12 meses: cada cierto tiempo, es buena idea hacer una auditoría SEO para corroborar que tu sitio web va bien encaminado. Además, con una auditoría puedes encontrar oportunidades de crecimiento que no descubrirías de otra forma.
¿Qué revisar en una auditoría SEO?
Una auditoría SEO bien hecha revisará por lo menos los elementos principales de tres grandes facetas del SEO:
- SEO on Page
- Encabezados
- Enlazado interno
- Arquitectura web
- Optimización del contenido
- Meta etiquetas
- Optimización de las imágenes del sitio
- Experiencia de usuario
- SEO técnico
- Rastreo
- Indexación
- Velocidad de carga
- Rutas canónicas
- SEO off page
- Backlinks
- Dominios de referencia
- Fuerza del sitio auditado vs competidores
Dependiendo del sitio, podrías tener que considerar aspectos como el SEO local (importante para webs de negocios con presencia física y que quieren posicionar en una región concreta) y el SEO internacional (clave para webs que quieren posicionar en diferentes países con idiomas distintos).
Ya te digo, siempre puedes ir más profundo y revisar más en detalle dependiendo del tipo de web que audites o del ángulo que más te interese.
¿Cómo hacer una auditoría SEO paso a paso?
Si ya tienes las herramientas que necesitarás a la mano, te explico cómo hacer una auditoría web paso a paso que analice los puntos más importantes de cada faceta del SEO de tu sitio. Empecemos.
1. Revisa que tu sitio es rastreable
Para que Google o cualquier otro motor de búsqueda pueda posicionar tu sitio, tiene que rastrearlo primero.
Si bloqueas el rastreo de tu web (pasa mucho por error), es casi seguro que no posicionarás.
La mejor forma de corroborar que no tienes problemas con el rastreo de tu sitio es ir al apartado Indexación > Páginas en Google Search Console:
En ese apartado, justo bajo la gráfica, encontrarás avisos de Search Console sobre todo tipo de incidencias, entre ellas el rastreo (ojo, no todo lo que te muestra como problemas lo son realmente).
Presta atención por si encuentras algún aviso sobre problemas de rastreo, podría indicar que hay inconvenientes con el rastreo.
Como alternativa un tanto más simple, puedes usar una extensión como Robots Exclusion Checker, visitar la web que quieres revisar, pulsar el botón de la extensión y mirar si todo aparece en ALLOWED (que implicaría que estás permitiendo tanto rastreo como indexación).
2. Comprueba que tu sitio es indexable
Además de rastreable, tu sitio web tiene que ser indexable, esto significa que Google y otros motores de búsqueda pueden registrar tus contenidos y mostrarlos en sus resultados de búsqueda.
Para confirmar que tu sitio es indexable, puedes ir al apartado Indexación > Páginas en Google Search Console, y revisar si te notifica de problemas para de indexación (es el mismo apartado en el que revisarías problemas de rastreo).
La clave es que estén indexadas las páginas que te interesan, o que al menos sean indexables para que Google y otros motores puedan mostrarla en sus resultados.
Obviamente, tendrás páginas con contenido que no te interesa indexar que dan un poco lo mismo, como páginas de login, de descarga de archivos, feeds, la política de privacidad, cookies, aviso legal, etc.
Pero, salvando las excepciones, el resto de páginas de tu web deberían ser indexables.
Otra forma de corroborar que tus URLs están indexables es usar la extension que te mencioné más arriba, Robots Exclusion Checker, visitar la URL de tu sitio que te interesa examinar y pulsar el botón de la extensión. Si todo aparece como ALLOWED, tu página es indexable.
También puedes copiar y pegar la URL de la página de tu sitio que te interesa revisar directamente en el buscador de Google Search Console.
Si está indexable, te lo dirá (y si no ha indexado esa página en concreto aún, puedes solicitárselo, dos pájaros de un tiro).
3. Analiza tus rutas canónicas
La ruta canónica es la versión principal de cada URL de tu sitio, la que quieres que se cargue siempre.
Por ejemplo, si no usas triple www para tus URLs, entonces querrás que se respete esto. Para eso, debes aplicar redirecciones 301 para que todas las variantes de las URLs de tu sitio apunten a tus rutas canónicas.
Puedes revisar tus rutas canónicas muy fácil con una extensión SEO como Redirect Path o Link Redirect Trace.
Trata de cargar una variante no canónica de tu web, si no usas www, colócalo en una URL y carga, mira si te redirecciona a la versión principal de la URL o si te deja en la variante.
Si te quedas en la versión de la URL con www (y esta no es la principal), entonces tendrás que hacer una redirección que apunte a la versión principal.
¡Mucho cuidado! Que carguen siempre las rutas canónicas de una web es algo muy importante, porque así siempre concentrarás las visitas, backlinks y otras señales en tus URLs canónicas y posicionarán mejor por eso.
4. Evalúa el enlazado interno de tu web
El enlazado interno de tu web es fundamental para mantener al tráfico que recibes dentro de tu sitio, y para repartir la autoridad de tus páginas.
Con una herramienta como SE Ranking o Screaming Frog, revisa la web y analiza los siguientes detalles:
- Enlaces internos rotos: si un enlace interno está roto, fastidiará a los usuarios y al rastreo de motores de búsqueda (sin mencionar que perjudicará el flujo de autoridad interna). Retira cualquiera que consigas.
- Enlaces internos con redirecciones: no debe haber ninguno, los enlaces internos en tu web deben apuntar directamente a la URL final.
- Los textos de anclaje de tus enlaces internos: este punto puedes aprovecharlo para impulsar el posicionamiento de un contenido. Los textos de anclaje internos deberían ser descriptivos y deberían concordar con una keyword por la que quieras que posicione la URL a la que enlazas. Además, muy importante, no debes repetir textos de anclaje para diferentes URLs.
- Enlaces internos con nofollow o noindex: si vas a enlazar a otro contenido dentro de tu web, no tiene caso que impidas a los motores de búsqueda que lo sigan o rastreen.
- Enlaces internos a recursos: las imágenes y otros recursos no deberían tener atributos de enlaces.
- Relevancia de los enlaces: esto no te lo dirá ninguna herramienta, pero deberías tenerlo en cuenta. Todos tus enlaces deben ser relevantes. Si enlazas de un contenido a otro, deben tener relación entre sí. No enlaces contenidos de temáticas que no tienen nada que ver (esencial si tienes una web con temáticas muy distintas).
- URLs más enlazadas: ojo a esto, debes enlazar más a las URLs que más te interesa posicionar o rentabilizar. Cuanto más enlaces internos reciba una página de tu sitio, más autoridad interna conseguirá y más alto posicionará.
Presta atención a este punto porque el enlazado interno puede posicionar o derribar una buena web. Hazlo bien, y rankearás mucho mejor.
Si tienes páginas importantes que no reciben enlaces, añade más enlaces a estas desde otros contenidos de tu web que tengan relación temática.
Y asegúrate de que no tienes páginas huérfanas por ahí (son las páginas que no reciben enlaces desde ningún otro contenido de tu web).
Recuerda, el enlazado interno debe ayudarte a conectar tu contenido, a llevar a tus visitas hacia donde quieres (las páginas que te dan dinero) y a posicionar más alto tus páginas más valiosas.
5. Examina la arquitectura web de tu sitio
La arquitectura o estructura de tu sitio la creas a través del enlazado interno y una de las mejores herramientas para revisarla es Screaming Frog.
No todas las páginas tienen la misma estructura, y tampoco les conviene tener la misma arquitectura a todas.
Un blog sencillo a lo mejor no necesita tanto trabajo en este sentido, pero un sitio más complicado, como un ecommerce, sí que necesitará cuidado a su arquitectura.
Pasa tu web por Screaming Frog y ve al apartado Visualizaciones > Gráfico de árbol de rastreo, te dará una imagen completa de cómo es la arquitectura o estructura de tu sitio.
Revisa tu web y presta atención a cosas como:
- Contenido a más de tres clics de distancia (contando desde la homepage): esto puede complicar su rastreo y hará más difícil que consiga tráfico, lo que le restará oportunidades de rankear.
- Arquitectura del sitio: debe ser clara, no una maraña de enlaces repartidos sin orden, sino que sigue una lógica. Por ejemplo, contenidos de una misma temática o categoría se enlazan entre sí y son accesibles desde una misma sección de la web o URL. En una tienda online, por ejemplo, los productos de una misma marca o de una misma categoría, deberían enlazarse desde la página de la categoría y no desde cualquier lugar al azar.
- Redirecciones internas: estropearán la arquitectura del sitio y marearán innecesariamente a los usuarios y motores de búsqueda.
- Páginas sin enlaces internos salientes: todas las páginas de tu sitio deberían tener enlaces internos apuntando a otros contenidos de tu web, al menos de vuelta hacia la homepage o se convertirían en callejones sin salida (y no quieres callejones sin salida en tu web).
Las webs complejas (ecommerces y SaaS) sacarán mucho más beneficio de una buena arquitectura web, pero cualquier sitio web posicionará mejor si tiene una estructura web en condiciones.
Para esto tendrás que apoyarte casi completamente en Screaming Frog porque el resto de herramientas (salvo Dinorank) no suelen darte una visión tan completa de la estructura de tu sitio.
6. Analiza la optimización de tus contenidos (páginas y entradas de blog)
Este es el terreno del SEO on Page, todo lo que trabajas dentro de tu web para que posicione mejor.
Apóyate en herramientas como SE Ranking, Semrush, Ahrefs o Dinorank. Te conviene que la herramienta que elijas te permita entender para qué keywords posiciona tu sitio con sus contenidos.
También puedes usar Screaming Frog para ciertos datos, pero complementándola con herramientas como las anteriores.
¿Qué interesa verificar en este paso?
- Encabezados h1: es el encabezado principal de cada página. Solo debe haber uno por página y no puede duplicarse en URLs. Debería atacar la keyword objetivo de su URL y aparecer antes de cualquier otro encabezado.
- Encabezados secundarios (h2, h3, h4, etc.): los encabezados deben aparecer en orden secuencial y respetando su jerarquía (el h2 tiene más nivel que el h3, y el h3 que el h4, así sucesivamente). Debes aprovecharlos para estructurar tu contenido de una forma clara, para atacar keywords relacionadas y secundarias, y preguntas que tu audiencia pueda tener sobre el tema del contenido.
- Intención de búsqueda: compara cada contenido con sus keywords objetivo y verifica si resuelven la intención de búsqueda de sus visitas, es decir, que le dan a los usuarios lo que están buscando.
- Palabras clave objetivo: cada página orientada a posicionar debería tener su palabra clave objetivo, y debería posicionar bien para ella (idealmente en el top 10 de Google). Verifica si lo haces, y si no, identifica por qué (puede que tu contenido no sea la respuesta que busca el usuario o que se ajuste más a alguna otra keyword, o que la dificultad de la keyword sea muy elevada para tu sitio).
- Palabras clave secundarias: son las palabras clave relacionadas con tu palabra clave objetivo, no son tu prioridad, pero puedes querer posicionar con ellas también. Verifica para qué keywords secundarias estás posicionado con tus contenidos (en algunos casos, si una página o contenido no rankea bien para su keyword objetivo, pero si para alguna secundaria, puede ser mejor reoptimizar todo para atacar esa keyword secundaria).
- Palabras clave para las que ya posiciona tu sitio: querrás ubicar las palabras para las que ya posiciona tu web para tenerlas a la vista. Son keywords que ya te funcionan, por lo que podría ser buena idea trabajar más keywords relacionadas en otros contenidos (lo que te da suficientes ideas para un buen plan de contenido).
- Meta títulos y meta descripciones: cada meta título y meta descripción de tu sitio deberían ser únicos. Revisa si cada meta título de tu sitio (sobre todo los de las páginas más importantes) incluyen su keyword objetivo
- Contenido duplicado y thin content: verifica que no tienes ninguno de los dos problemas con tu contenido. El contenido duplicado es esencialmente un contenido repetido (dos o más veces) en tu sitio. El thin content es el tipo de contenido que no aporta nada de calidad a tu público objetivo.
- Canibalizaciones SEO: ocurren cuando dos o más contenidos de tu sitio tratan de posicionar con las mismas keywords (muy malo porque terminan posicionando peor). Puedes identificarlas con herramientas como Dinorank, o haciendo uno de estos trucos de Google Search Console.
- Páginas zombie: las páginas zombie son las que ni te traen tráfico ni suman nada a tu marca o sitio web. En muchos casos es mejor eliminarlas que dejarlas online porque pueden estropear el rendimiento general de tu web.
- URLs amigables: las URLs de cada contenido de tu sitio deberían ser amigables, fáciles de entender para tus visitas potenciales y bien optimizadas para Google y el resto de motores de búsqueda.
- Nivel de optimización: revisa si tus contenidos están bien trabajados a nivel general para posicionar (importante saber dónde poner tus keywords en tu sitio para que rankee mejor), bien estructurados, sin sobreoptimizar, pero incluyendo las palabras clave en lugares clave, así como sinónimos y palabras relacionadas.
- Respuesta del usuario: mira cómo reaccionan los usuarios a las páginas del sitio para saber cuán bien orientado está el contenido y su información. Presta atención a métricas como la tasa de rebote, tiempo de interacción medio y la tasa de interacción (todo esto lo ves en Google Analytics 4, una herramienta gratuita casi obligada si quieres monitorear el desempeño de tu web).
- Validez y relevancia de la información de cada página: verifica que tus contenidos (en especial los más importantes), aportan información relevante y que están al día.
Con todo esto, te harás una idea completa de lo bien que está trabajado un sitio para posicionar y de lo que podría hacer para mejorar sus posiciones.
Pero claro, aquí vamos solo por el SEO on Page. Todavía hay elementos a considerar fuera del sitio.
7. Examina el SEO off Page de tu web
El SEO off Page es todo lo que se hace fuera de una web para mejorar sus rankings.
Aquí el 99% del trabajo gira en torno a los backlinks (enlaces externos que recibe una web) y dominios de referencia (los sitios externos que dan dichos enlaces externos o backlinks).
Para analizar el SEO off Page de cualquier web necesitarás una herramienta SEO como SE Ranking, Semrush o Ahrefs que tenga datos sobre los enlaces que recibe cada web.
No te ayudará mucho Screaming Frog o Google Search Console porque no te ofrecen esos datos.
Préstale atención a lo siguiente:
- Backlinks: revisa la cantidad de enlaces que recibe el sitio y cómo va consiguiéndolos o perdiéndolos a través del tiempo. Parte de tu posicionamiento depende de esos enlaces, que son como un voto a favor de tu sitio en Google. Si estás haciendo link building, mucho cuidado con generar muchos backlinks de golpe, porque al final terminará luciendo artificial y perjudicarás al proyecto.
- Dominios de referencia: al igual que con los backlinks, mira la cantidad de dominios que consigues, su tendencia de crecimiento o decrecimiento. Presta atención al tipo de sitios que enlazan más al proyecto, si son relevantes o no, cuánta autoridad tienen (cada herramienta maneja su propia métrica de autoridad). Te interesa que los sitios que te dan backlinks sean de calidad y relevantes (por eso no sirven los packs de enlaces que te consigues en Fiverr a precios de remate).
- Textos de anclaje más usados: los textos de anclaje que se usan para los backlinks importan, porque le dicen a Google con qué temas es relevante tu web. Si siempre se usan los mismos, o son idénticos a keywords siempre, ojitocuidao, porque parecerá que tu perfil de enlaces es artificial y puede afectarte. Los textos de anclaje naturales suelen variar y no están sobreoptimizados.
- Páginas más enlazadas: asegúrate de que sabes qué páginas son las que reciben más enlaces (por lo general siempre será la homepage y alguna otra). Tus páginas más enlazadas tienen mucho potencial y acumulan autoridad, así que canalízalo con enlaces internos hacia otros contenidos de tu sitio (los que más quieras posicionar). Cuida que alguna de tus páginas más enlazadas no esté rota o eliminada, si ya no existe, estás perdiendo el potencial de los enlaces que recibe (tendrías que aplicarle una redirección 301 a una página similar o alternativa del sitio para corregir el problema).
- Formato de enlaces más usados: el formato de enlace que se usa para apuntar a una web también importa. Puede ser de tipo imagen, tipo texto, un enlace desnudo (cuando no tiene texto de anclaje sino la URL tal cual). A menudo convienen más los enlaces de formato texto porque se pueden optimizar mejor y suelen aparecer de una manera más contextual dentro de cada sitio.
- Situación del proyecto con respecto a la competencia: compara la autoridad del sitio que analizas (cantidad y calidad de backlinks y dominios de referencia) con el de competidores principales. Así sabrás qué fuerza tiene tu sitio dentro de su sector y podrás conducir su estrategia de posicionamiento mejor.
Al analizar todo esto, te harás una idea de lo fuerte o débil que está el SEO off Page de tu sitio.
En sectores débiles no siempre hace falta cuidar tanto el SEO off Page de un proyecto, pero en sectores intermedios o de mucha más competencia, ya te digo que el SEO off Page es casi una obligación.
8. Revisa tu tendencia orgánica
Finalmente, para entender en serio la evolución de un proyecto, tienes que prestarle atención a su tendencia orgánica en varios frentes:
- Tendencia de clics orgánicos en los últimos 12 meses: esto lo revisas con Google Search Console (en el apartado Rendimiento) si el proyecto que analizas tiene al menos 12 meses vinculado con la herramienta. Presta atención a la evolución de los clics orgánicos, identifica si se trata de una tendencia negativa o positiva. Si es positiva, bien, con el trabajo adecuado puedes mantenerla o acentuarla. Si es negativa, mira qué está saliendo mal con la web y corrígelo para impedir que se haga más grave. Si la web está estancada, toda la estrategia de posicionamiento del proyecto necesita una revisión.
- Tendencia de keywords orgánicas en los últimos 12-24 meses: esto lo miras con una herramienta SEO como SE Ranking, Semrush, Ahrefs, Dinorank o cualquier otra. Ojito a la tendencia general, ¿has ganado más keywords con el tiempo o has venido perdiéndolas? ¿Cómo han evolucionado las posiciones de tus keywords? ¿Rankeas mejor el proyecto conforme pasa el tiempo? Si la web pierde keywords y baja posiciones (o si está estancada desde hace más de 6 meses), toca revisar la estrategia.
Con esto te harás una idea de la trayectoria que lleva el proyecto que revisas. Sabrás si está bien encaminado, o si es momento de pisar el freno y plantear cambios antes de que empeore más su situación orgánica.
Otros detalles a los que echarle un ojo
Más allá de los elementos que te mostré, hay otros aspectos que deberías examinar dentro de una auditoría web:
- Core Web Vitals: tu sitio tiene que cargar rápido y ofrecer una experiencia fluida para retener al usuario. Analiza esto para saber si tu web deja esperando a sus visitas o si las fastidia con un sitio que no acaba de cargar bien, puedes revisarlo con Google PageSpeed Insights o en el apartado Experiencia > Core Web Vitals de Google Search Console.
- Experiencia de usuario: la experiencia de usuario merece su apartado independiente porque no trata solo de lo rápido que carga un sitio. Depende de las fuentes que usa, de si son legibles o no, de lo bien que está trabajado el diseño de la web, si es amigable. Todo esto influye en la experiencia de usuario (e indirectamente en tu posicionamiento). Lo revisas poniéndote en los zapatos de tu público objetivo y navegando en tu sitio, trata de ser objetivo y revisar si tu web es tan amigable como debería para que la experiencia de usuario sea la mejor.
- Navegabilidad del sitio: la navegabilidad se refiere a lo sencillo que es navegar por tu web. Trabajas la navegabilidad con cosillas como el menú principal (el header), los menús secundarios (como los de la sidebar —cuando tienes una, que no es un requisito—, o el footer), las migas de pan, las funcionalidades de buscador (que pueden ser útiles pero debes usar con cuidado) y los filtros (en el caso de los ecommerces). Esto lo revisas con criterio, analízalo revisando la web, recorriéndola y mirando cuán sencillo es llegar al contenido que buscas.
- Responsividad: la responsvidad es la capacidad de un sitio de adaptarse a pantallas pequeñas (como las de los móviles). Hoy en día todo sitio web debe ser responsive, comprúebalo visitando la web desde un móvil y examinando lo bien que se adapta. También puedes pasar tu web por una herramienta como el Mobile Friendly Test de SE Ranking.
- Analítica del sitio: para hacer SEO necesitarás herramientas de analítica como Google Analytics 4 y Google Search Console. Verifica que tu sitio esté bien integrado con esas herramientas. Así contarás con los datos para afinar tu estrategia actual y futura.
- Situación del software: el software que usas para tu web debe estar actualizado y al día. En WordPress, es fácil revisarlo en el apartado de Salud del sitio, aunque en el apartado de Plugins también indica qué plugins requieren actualización. La idea es que toda la web esté siempre actualizada porque el software desactualizado es propenso a errores y vulnerabilidades.
Bien, asumiendo que sigas el paso a paso que te indiqué, podrás hacer una auditoría SEO en condiciones que te muestre la situación de tu web, sus problemas, oportunidades y prioridades.
No es poca cosa, pero vale la pena, sobre todo si quieres tener una estrategia de posicionamiento que de verdad te dé resultados.